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Columa 1

Entretelones

+ Tranza: El exalcalde "Kiko" Munro y su sucesor señalados por fraude con terrenos en Puerto Peñasco

HERMOSILLO, Son.- Graves problemas se le vienen encima al diputado Ernesto Roger Munro Jr, mejor conocido como el Kiko Munro, al denunciarse cuantioso fraude inmobiliario contra ciudadanos de Estados Unidos en Puerto Peñasco, ilícito en donde está involucrada su esposa Martha Herlinda Pivac Carrillo y su cuñado, el actual presidente municipal, Jorge Pivac Carrillo.

Se trata de un despojo de 1 hectárea propiedad debidamente escriturada a nombre de Rick y Julie Hatch, ubicada en la zona de mayor desarrollo hotelero y de condominios en la llamada playa de Arizona, cuyo valor en el mercado es de unos 5 millones de dólares y que la familia Pivac Carrillo se apropió con una inversión de 300 mil dólares mediante la simulación de actos jurídicos, a través de los buenos oficios de la notaría 76 a cargo de Chastre Alexandra Encinas Leyva.

La tranza fue en los tiempos del Kiko Munro como alcalde electo de Puerto Peñasco y es hasta ahora que los afectados recurrieron el congresista de Arizona Walt Blackman para hacer pública la denuncia, luego de irregularidades procesales y al temor de los afectados, enterados de cómo se dirimen en México ese tipo de controversias que mantenían en el limbo su denuncia de despojo.

Detrás de ese trinquete está el ahora vasallo de Vicente Terán en el Congreso del Estado, ya que como se sabe, “El Mijito” es el dueño en turno de la franquicia denominada PES, a donde el Kiko migró luego de no tener el soporte de su papá el Neto Munro desde la dirigencia estatal del PAN.

Nos comentan, que solo falta que salga por ahí la escritura fraudulenta con el endoso, también notariado en favor del ahora diputado local o que haya constituido una sociedad con su esposa y su cuñado, y qué le costaría meter a su papá.

La fraudulenta trama: Rick y Julie Hatch, originarios de EEUU y visitantes asiduos a ese balneario, compraron la propiedad frente al mar en Puerto Peñasco en 2013; para operarla erigieron la empresa Coca & Hatch Properties.

A mediados de junio de 2015, la notaría 78 certificó documentos sobre presunta reunión entre personas asociadas a la empresa de los Hatch, lo cual resultó una simulación de un acto jurídico nunca realizado, pero que sirvió de fachada para que un tal Roberto Trahin Rodríguez, nombrado en la asamblea ficticia como gerente general, solicitara un préstamo al ahora alcalde de Puerto Peñasco, poniendo como garantía de pago a esos 10,000 M2 en las inmediaciones del inconcluso Home Port.

Obvio que al tratarse de una tranza el préstamo no fue pagado y por eso, tal como lo habían previsto, la propiedad del terreno pasó a manos del ahora presidente municipal, quien se desempeñaba como director de varias empresas y desarrollos inmobiliarios, operación concretada ya en ejercicio del Kiko Munro como alcalde y su esposa como primera dama, involucrada en el acta notarial de la asamblea no realizada, en donde también aparece el nombre de una socia que había fallecido en el 2008.

O sea, mediante la falsificación de firmas, simulación de actos jurídicos avalados por Notario Público, asumieron una propiedad ajena; pidieron prestado y la pusieron como garantía de pago; el préstamo no fue cubierto y fácil, se quedaron con ella, y hágale como quieran.

Señalado de ilícitamente transferirse a sí mismo la propiedad, el ahora alcalde alega que él es también el perjudicado, porque a como ve las cosas, se quedará sin el dinero que le prestó a Trahin Rodríguez y sin la propiedad, aunque él debe saber bien en donde encontrar a ese personaje, si es que no lo inventó, aunque tal dilema lo deberá resolver la Fiscalía General de Justicia del Estado, ya que en comunicado de prensa informó que ya indaga ese desaguisado y que incluso ya giró orden de aprehensión, se supone contra ese fantasmal sujeto, de quien lo único que se sabe, es que es cercano al Munro viejo.

El caso es que el congresista de Arizona hizo suyo ese litigio y su reclamo suena muy fuerte luego del sospechoso enredadero del expediente 0426/2016, en el que señalan presuntas responsabilidades contra la familia Pivac Munro, los Notarios Públicos 28 –Ivonne Corral Gaona– y 76, al encargado del Registro Público de la Propiedad y al Director de Catastro Municipal de Puerto Peñasco.

El representante legal de los Hatch en México, contratado para la recuperación de su propiedad, luego de 7 años de estar pagando por sus servicios, retiró todas las pruebas que había presentado ante el juzgado que lleva el asunto y de pasadita los reclamantes fueron amenazados de muerte, lo cual se nos figura fue la gota que derramó el vaso y causa para hacer la denuncia pública.

Mr. Blackman señaló evidencias de que Pivac Carrillo estaría utilizando su posición como alcalde para impedir que los Hatch tengan acceso a información sobre la operación. Además, expuso que hay una investigación criminal en contra del edil que “terminó abruptamente y sin explicación”.

Y la denuncia comentada se hace pública, pocos días después que el gobernador Alfonso Durazo Montaño acompañó al Colegio de Notarios de Sonora, en la asamblea donde se formalizó la reelección de Julio Rascón Soria en la presidencia y ahí convocarlos a la transparencia y que su ejercicio se apegue estrictamente a la honestidad al intervenir en asuntos entre particulares.

A ver qué hace la fiscalía con este asunto, toda vez el gran impacto que tiene en inversionistas del otro lado el que vivales aprovechen sus posiciones de poder político y de gobierno para aprovecharse de ellos, cuando Puerto Peñasco es un destino muy importante de capitales de ese estado del suroeste de Estados Unidos.

El INE sí se toca

+ Los presidentes que sí tocaron al INE; de 5, cuatro hicieron reformas electorales

CD. DE MÉXICO.- La frase “el INE no se toca” está de moda en una parte de la sociedad mexicana y es la bandera para la marcha que se realizará el próximo domingo.

Se les olvida que cuatro de los últimos cinco presidentes de la República han hecho reformas electorales, es decir han tocado al INE.

Carlos Salinas de Gortari creó el antecedente del actual Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Federal Electoral y después lo modificó en su mismo sexenio, por lo menos en dos ocasiones.

Con Ernesto Zedillo Ponce de León, en 1996, el Congreso de la Unión realizó una nueva reforma electoral al aprobar la modificación del artículo 41 constitucional, así como un nuevo Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

Con Felipe Calderón, en 2007 se realizó una nueva reforma electoral que otorgó al IFE 53 atribuciones más.

Con Enrique Peña Nieto, en 2014 se realizó una nueva reforma electoral y se creó la nueva Autoridad Electoral de Carácter Nacional: El Instituto Nacional Electoral.

Pero el INE no se toca, a pesar de que en su historia de IFE e INE por lo menos 10 de sus presidentes y de sus consejeros se han visto involucrados en escándalos, ya sean electorales o hasta económicos y financieros.

¿Quiénes crearon y difunden la frase “El INE no se toca”?

-Líderes del PAN, del PRI y del PRD, tres partidos que han sido acusados de falta de democracia en sus elecciones internas, pero promueven al INE como si fueran democráticos.

-Empresarios como Gustavo de Hoyos y Claudio X González Junior. El primero ha sido acusado (hasta en tribunales) por la falta de democracia interna en la Confederación Patronal de la República Mexicana (nada más hay que ver el caso del empresario chihuahuense Carlos Chavira. El segundo, nunca ha participado en elecciones, pero su padre fue uno de los promotores de la antidemocracia en las elecciones internas de organismos empresariales.

-Organismos no Gubernamentales, muchos de los cuales han sido acusados de fraudes o desvíos de fondos o simplemente de falta de transparencia en el manejo de sus finanzas.

Pero eso sí los empresarios, los partidos y organismos no gubernamentales (convocados por Claudio X. González y Gustavo de Hoyos) se han convertido en los paladines de la democracia, porque aseguran que el gobierno actual pretende destruir al INE y basan sus mensajes en mentiras como las siguientes:

1.- El presidente quiere destruir al INE. En la iniciativa nunca se habla de la desaparición del instituto, sino de una reforma electoral, que busca entre otras cosas reducir el número de diputados y senadores.

2.- El presidente quiere manejar directamente las elecciones. Por el contrario, se intenta que  los tres Poderes de la Unión tengan una mayor participación en aspectos electorales e incluso la ciudadanía aumente su injerencia al elegir de manera directa a los consejeros.

3.- El INE es transparente e incorruptible. En las tres últimas elecciones presidenciales, el instituto permitió, violando las leyes, por ejemplo, el financiamiento a candidatos y, sobre todo, a campañas negras.

Lamentablemente, creo que ha faltado una verdadera campaña en todos los foros, para contrarrestar la información. Ayer escuché en Los Periodistas una frase que dijo Horacio Duarte que quizá debería ser utilizada por quienes están en favor de la reforma electoral: El INE no se destruye, se transforma.

Dice el filósofo del metro: INE significa Instituto de la Negación Extrema. (Diario Ejecutivo)

Jaime Ernesto López Félix, dijo adiós

+ Uno de los peloteros más icónicos del beisbol empalmense dejó de existir, dejando un enorme legado

EMPALME, Son.- Jaime Ernesto López Félíx, una de las más grandes estrellas del beisbol mexicano, dejó de existir ayer en su casa de Empalme, dejando un enorme legado a lo largo de una fructífera carrera en diamantes de la Liga Mexicana del Pacífico y Liga Mexicana de Verano.

Jaime se fue, sin haber consumado su sueño de ingresar al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, como era su deseo, debido a la política de rechazo por parte de los miembros electores del Nicho de los Inmortales y desde luego, por quienes se sienten dueños del beisbol en nuestro país.

En su brillante trayectoria, quien en doce temporadas bateó sobre los .300 y se quedó a unos cuantos imparables de llegar a los dos mil, se le conoció como Míster Hit.

Una, dos, tres, cuatro o hasta diez veces, me tocó entrevistarlo y platicar sobre el Rey de los Deportes, a iniciativa de su señor padre, quien le regaló su primer guante, lo llevó a las ligas pequeñas y allí nació beisboleramente  el pelotero que tuvo más imparables que grandes del beisbol mexicano, oriundos del mismo solar y miembros del Salón de la Fama, como Angel Castro, Ronnie Camacho y el Pilo Miguel Gaspar Bojórquez.

Duró 21 temporadas en la Liga Mexicana de Beisbol, con un promedio general de .309.

Un excelente primera base zurdo, todo consistencia y pundonor, un caballero dentro y fuera del terreno de juego.

Nacido el 16 de octubre de 1949, Jaime jugó 17 temporadas en la Liga Mexicana del Pacífico, donde jugó para los Mayos de Navojoa, Algodoneros de Guasave, Ostioneros de Guaymas, Aguilas de Mexicali y Cañeros de Los Mochis, con quienes sería campeón.

En el verano militó para los Charros de Jalisco, Dorados de Chihuahua, Azules de Coatzacoalcos, Sultanes de Monterrey,  Indios de Ciudad Juárez, Torreón, León y Saraperos de Saltillo, entre otras franquicias.

En mil 789 juegos, anotó 676 carreras, produjo 675, con 245 dobletes, de un total de mil 932 hits.

Su historial dice que llegó a Chihuahua con los Dorados, junto con la franquicia en 1973, proveniente de los Charros de Jalisco donde no tenía lugar, pues los Charros, para su posición de primera base siempre tenían un cañonero y él era un bateador que regaba hits sencillos, dobles y hasta triples.

Se hizo un verdadero ídolo con los Dorados, donde estuvo de 1973 a 1979, pasando después a Coatzacoalcos, donde tuvo campañas de bateo de .312, .293, 328, 305, 311, 299 y .300.

Luego pasó a los Indios de Juárez, donde tuvo la fortuna de estar con la tribu campeona en 1982 y en el 2007 regresó a la franquicia como coach, aunque terminó dirigiendo en la Liga Norte de Sonora.

Otros grandes que vivió, me dijo en cierta ocasión, fue cuando llegó a los mil hits en verano, con los Dorados de Chihuahua, además de contribuir al logro del banderín con los Cañeros de Los Mochis en 1984 y participar con el equipo mexicano en la Serie del Caribe, donde fueron subcampeones.

Un enorme aporte como entrenador beisbolero en el Instituto Tecnológico de Sonora, Campus Guaymas, así como también de la Liga Rieleritos de Empalme y en general, donde quiera que hubiera beisbol, aunque no le pagaran.

Inicio de la Liga Mexicana del Pacífico en el Abelardo L. Rodríguez, octubre de 1974.

Llegamos temprano al parque, era mi primer partido en cobertura como cronista deportivo de un matutino local y el fotógrafo era el también finado Pedro Javier Langarica.

Salió un foul por el lado de primera, Jaime fue por la esférica, pero se estrelló con el fotógrafo, cayendo ambos al terreno de juego, ante la algarabía de más de cinco mil aficionados que colmaban el parque.

Sobre el decir, de que el pitcher zurdo domina al bateador zurdo, Jaime fue muy claro.

“El buen bateador le pega a zurdos y derechos, creo que es algo de los managers para darle más trabajo a los bateadores derechos, pero en lo personal traté por igual a zurdos que derechos”, dijo.

Descanse en Paz, Jaime Ernesto López Félix.

Sacar al Ejército de las calles, ¿Ahora?

“Lo que el maestro es, es más importante que lo que enseña”.

(Karl A. Menninger (1893-1990) Psiquiatra estadounidense).

CD. DE MÉXICO.- En El Heraldo de México, escribo una columna especializada en los Estados y municipios. Al platicar con gobernadores y alcaldes, dejan claro que ellos están por la militarización del país.

Esa es su zona de confort. Dejar en manos de la federación la vigilancia y que militares, sea con el Ejército, la Armada o la Guardia Nacional, atacar a los delincuentes organizados y aquellos que son minúsculos pero muy peligrosos para la mayoría de la sociedad.

El Ejército ha logrado amasar gran cantidad de herramientas para infiltrarse en los grupos delincuenciales. Ellos, además cuentan con el apoyo logístico de Estados Unidos, que les proporciona información, a través de las diversas agencias de seguridad de aquella nación, sobre criminales en nuestro país.

Por ello, la clase gobernante, de todos los partidos, está más que contenta quitándose la responsabilidad y gastando cada día menos en sus cuerpos policíacos, que hoy están en condiciones deplorables a niveles estatales y municipales.

Así el gobierno federal, se convierte en el papá de los gobernantes y le deben a López Obrador, el tener más soldados o policías de la GN.

Por ello, los legisladores del PRI, PAN e incluso PRD, están de acuerdo en mantener durante otros años a los militares en las calles. Esto, le da la razón, como lo reconoció el presidente López Obrador, al ex presidente Felipe Calderón, quien fue el que sacó a las fuerzas armadas a las calles para combatir, específicamente, al narcotráfico.

Muchos de esos legisladores responden a las demandas de los gobernadores de sus estados. Ellos, son los que les proporcionan herramientas para impulsar sus propuestas políticas e incluso para ascender en la burocracia.

Sin embargo, el costo que pagan y pagarán en el futuro es cuantiosos. Militarizar al país no es un asunto menor. Es grave, ya que el ejército está entrenado, educados y aleccionado a recibir órdenes y acatarlas, incluso violando la ley.

Darles un marco jurídico es lo ideal, pero desafortunadamente, los legisladores y obviamente el Ejecutivo Federal, no tiene idea de cómo hacerlo. Saben que en el futuro los militares se convertirán en el fil de la balanza democrática. Esto significa que inclinarán sus decisiones en favor del político que les de más, de lo que hoy les ha dado López Obrador.

No debemos olvidar que ya les dieron los aeropuertos, los puertos, las aduanas, la construcción y la vigilancia de infraestructura pública. Estas acciones no son, ni deben ser, responsabilidad de las fuerzas armadas, mismas que deben cuidar por la soberanía nacional (que no es la voluntad del presidente).

La clase política mexicana, tanto la oficialista de Morena y sus satélites, así como la oposición, están en arenas movedizas. Para donde se muevan se hunden.

La verdad, es que deberían fortalecer temporalmente las fuerzas armadas en su función de policías. Sin embargo, debería el presidente López Obrador, comprometerse con la sociedad, para saber cuándo se retirarán las tropas a los cuarteles, así como los resultados que se esperan. ¿Se erradicará el crimen organizado, el narcotráfico, la extorsión, el secuestro y el asesinato? ¿Acabará la impunidad?

De esto, ni hablamos.

Al morir, hace crecer la leyenda

+ Brota el reconocimiento a Isabel II y la historia que deja al Reino Unido

LONDES, R.I.- Isabel II, el símbolo universal de lo que representa una casa real europea, fue la demostración más evidente de que la supervivencia de la institución monárquica depende siempre de la personalidad de quien ostenta la corona.

Y la suya fue una combinación perfecta de tradicionalismo, invisibilidad, liturgia, modernidad en pequeños sorbos y una delicada neutralidad constitucional que logró el respeto de los 15 primeros ministros, conservadores y laboristas, que gobernaron en su nombre.

Clement Attlee, el socialdemócrata que construyó el Estado del bienestar en el Reino Unido y quitó a los suyos las ganas de flirtear con los sentimientos republicanos, escribió que “todos los monarcas, si están preparados para escuchar, adquieren a lo largo de los años un considerable inventario de conocimiento sobre los hombres, y sobre los asuntos humanos. Y si tienen además buen juicio, son capaces de ofrecer buenos consejos”.

Setenta años de reinado proporcionaron a Isabel Alejandra María, la primogénita de Jorge VI e Isabel Bowes-Lyon, nacida en Londres el 21 de abril de 1926, la experiencia para seducir y granjearse el respeto de egos descomunales como Winston Churchill, Margaret Thatcher, Tony Blair o Boris Johnson.

Fueron pasando las décadas de su reinado y la monarquía británica perdiendo sus poderes discrecionales para convertirse en una institución más reglada y limitada.

Heredó un imperio a los 25 años y acabó siendo la representación visible y el anhelo de estabilidad y unidad de un país fragmentado.

Sus poderes fueron reduciéndose, pero ella elevó una influencia sobre el devenir de los británicos difícilmente alcanzable por cualquier figura política.

En 1956, con la dimisión del primer ministro Anthony Eden; o en 1963, con la dimisión de Harold Mcmillan, la reina pudo designar un sucesor.

En 1965, el Partido Conservador le quitó la prerrogativa de imponer líder. Pero los historiadores dijeron que  “la monarquía se benefició de todas estas restricciones en los poderes de la reina, porque todo ejercicio de discreción tiende forzosamente a ser polémico”.

El 6 de febrero de 1952, Jorge VI murió en la cama, a los 56 años. Era tartamundo y dado a la ira; el destino le impuso la responsabilidad de ganar respeto de los británicos y sufrir junto a ellos, en Londres, el bombardeo alemán de la II Guerra Mundial.

Había dispuesto que su primogénita, Isabel, tuviera la preparación para ser la reina que él nunca pudo tener.

Ella aprendió de tutores prestigiosos los usos y costumbres parlamentarios de Gran Bretaña, memorizó de principio a fin la biblia a la que también se aferraron su abuelo, Jorge V, y su padre, para entender el papel de la corona británica.

Isabel II accedió al trono lejos del Reino Unido. Se enteró en Kenia de la muerte de su padre durante una gira junto a su esposo, el duque de Edimburgo. Dormían ambos sobre la copa de una gigantesca higuera en el Parque Nacional de Aberdare y de allí surgió la celebrada cita de naturalista Jim Corbett:

“Por primera vez en la historia de la humanidad, una joven subió a un árbol como princesa y bajó al día siguiente como reina”.

A diferencia de Jorge VI, ella ya estaba preparada para su destino y juró que “mi vida entera, sea larga o corta, estará dedicada a vuestro servicio, y al servicio de la gran familia imperial a la que todos pertenecemos”, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en 1947, al cumplir 21 años.

Hoy, ha sido sobre todo la figura de Isabel II la razón última para que países como Canadá o Australia, de naturaleza republicana, mantuvieran a la reina como su jefa de Estado.

El peso de la familia

La Casa de los Windsor ha tenido abundantes raciones de drama.

Entraba dentro de lo normal que el drama familiar se convirtiera en nacional, como la abdicación de Eduardo VIII, más tarde el duque de Windsor, por su amor a la divorciada estadounidense Wallis Simpson, o el romance imposible de la princesa Margarita, hermana de la reina, con el capitán Peter Towsend, héroe de guerra.

En ambos casos, Isabel II puso orden de acuerdo con las rígidas reglas heredadas de la institución monárquica.

El “terremoto” de Lady Di empujó a la reina y al palacio de Buckingham a una dimensión desconocida: el drama ya era global, y la monarca se vio obligada a lidiar con un concepto hasta entonces desconocido para ella: la cultura popular.

El 24 de noviembre de 1992, en un discurso por sus 40 años de reinado, Isabel II definió aquel año como annus horribilis. Las desgracias de aquellos meses casi despiertan un sentimiento de ternura, comparadas con lo que vendría años después.

En 1992, se divorció el príncipe Andrés de su esposa, Sarah Ferguson. Treinta años después, su madre se vería obligada a pagar de su bolsillo parte de los más de 14 millones de euros que el duque de York pagó para poner fin al oprobio de una acusación de abusar sexualmente de una menor.

En 1992 se airearon las infidelidades de Diana de Gales y Carlos de Inglaterra. Cinco años después, la muerte de Lady Di puso en jaque al mundo alrededor de Isabel II. La isla Mauricio eligió abandonar la Commonwealth y convertirse en República; 22 años después, Escocia hizo un referéndum de independencia al Reino Unido. Dos años más tarde, el Brexit hundió al país en una crisis de identidad.

Isabel II estuvo presente en todos esos momentos. Discreta, a la hora de afrontar las desgracias familiares. Neutral, frente a la amenaza de fragmentación de su reino.

“Espero que los votantes piensen cuidadosamente en su futuro”, se limitó a decir antes de que los escoceses se pronunciaran. Isabel II siguió siendo la reina del nuevo país.

Su verdadera prueba de fuego fue la muerte de Lady Di, cuando un sentimiento popular de dolor rozó la histeria y culpó al palacio de Buckingham del final de quien pudo ser la futura reina.

Jamás concedió entrevistas

LONDRES.- No existe ni una entrevista de la monarca inglesa durante 70 años de reinado.

Las concedió su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, fallecido el 9 de abril de 2021. Las dieron sus hijos Carlos o Andrés. Las han dado sus nietos, Guillermo o Enrique, pero Isabel II fue a la vez un libro abierto y un misterio.

Simple en sus aficiones: la naturaleza, la caza y, sobre todo, los caballos. Simple en sus rutinas: terminó cada día de su vida con una breve anotación en un diario de lo realizado durante el día pero, salvo que la historia arroje una sorpresa, sin grandes reflexiones ni juicios de valor sobre temas que escribía.

Fue uno de los actores principales del gran teatro del mundo, representando el papel que de ella esperaban miles de millones de espectadores.

Recibió a 12 presidentes de Estados Unidos, centenares de dignatarios internacionales y se reunió con cuatro Papas.

La reina y sus primeros ministros

La primera vez que Isabel II encargó formar un Gobierno en su nombre a un primer ministro más joven que ella fue en 1997. Era el laborista Tony Blair. Cuando accedió al trono, en 1952, no habían nacido ni la recién nombrada primera ministra Liz Truss, ni Boris Johnson, ni David Cameron ni el propio Blair.

Si la joven reina admiró y escuchó con humildad los consejos de Winston Churchill, con los años fue ella la que pudo aconsejar desde su propia experiencia a muchos políticos víctimas de ese mal tan propio de la profesión, el adanismo. La creencia de que la historia comienza con ellos.

Anthony Eden compartió con ella los planes secretos de la catástrofe que supuso en 1956 la invasión del canal de Suez. Margaret Thatcher la mantuvo al tanto de la guerra de las Malvinas contra Argentina.

La reina expresaba sus dudas o preocupaciones con preguntas. Para la historia queda la convicción de que a Blair, en alguna de las audiencias previas a la invasión de Irak, le preguntaría si no merecía la pena dar algo más de tiempo a la iniciativa y buscar el respaldo de la ONU que nunca se obtuvo.

Felipe de Edimburgo fue la única persona capaz de cantar a la reina las verdades del barquero, y de arrancarle en público la mayor de las sonrisas.

“Ha sido, simplemente, mi fuerza y mi apoyo durante todos estos años (…) y tengo con él una deuda mucho mayor de la que nunca me reclamará, o de la que nunca nadie sabrá”, dijo de su esposo en 1997, en sus bodas de oro.

El 17 de abril de 2021 los británicos vieron a su reina sola, de negro, con una mascarilla, velando el féretro del duque de Edimburgo en la capilla del castillo de Windsor. Se percibía el fin de una era.

Isabel II llevaba más de un año confinada en ese castillo, junto a su esposo. Su agenda pública se había reducido drásticamente, al elevarse en la presencia en primera línea de Carlos de Inglaterra, su hijo y heredero, o del príncipe Guillermo (segundo en la línea de sucesión) y su esposa, Kate Middleton. Eso hizo pensar que la monarca entregaba poco a poco a otra generación.

La pandemia concluyó e Isabel II elevó su actividad oficial a medida que se acercaba la gran celebración del Jubileo de Platino, en 2022.

La promesa de servicio a sus ciudadanos hasta el final de sus días, que realizó en su 21º cumpleaños, llevaba implícita la idea de que un monarca británico solo abandona el trono cuando fallece.

Los últimos años de la reina se plagaron de rumores sobre su retirada de la vida pública y la decisión de dar vía libre al reinado de su hijo Carlos. Nunca se confirmaron.

Así escribió Ben Pimlott, autor de la biografía más equilibrada y honesta de Isabel II: “Siempre fue la niña pequeña en el palacio enorme, con su nariz aplastada contra el cristal de la ventana. Le gustaba pensar, y quizá acertó, que muchos de sus súbditos veían en ella a alguien muy parecido a ellos: prosaica, nada pretenciosa, la clase de persona que, en palabras de uno de sus admiradores, recorre la casa para ir apagando las luces que los niños se dejaron encendidas”.