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Columa 1

Elecciones: ahora sí se puso bueno

+ Arrancaron las campañas locales

HERMOSILLO, Son. - Singular intensidad político-electoral la de este fin de semana en Sonora, donde ahora sí se soltaron las campañas y desde San Luis Río Colorado hasta Álamos nuestra clase política nos prodigó con generosidad inusitada el más extenso catálogo de parafernalias de la época.

Acá la frase matona en discursos que quisieran la posteridad del mármol aunque la mayoría estén condenados a diluirse en lo efímero de la excitación pasajera; allá los brazos en alto y la exaltación de las virtudes propias; más allá las condenas y las descalificaciones a los de enfrente.

Porras surgidas de la inspiración febril de los ‘creativos’; cumbias, raps, norteñas y baladas; jingles más o menos pegajosos, volantes, botargas, zanqueros, batucadas y matracas; volanteos en cruceros, recorridos en colonias, mítines con sillas que parecieran demasiado calientes porque incluso antes de que acaben los discursos comienzan a ser abandonadas…

Está muy claro de qué lado está el músculo de la ‘facilitación de la movilidad y la propiciación de condiciones alimentarias y pecuniarias mínimas para la materialización de las convicciones’, como ahora se conoce aquello que en otros tiempos era definido de manera menos eufemística como ‘acarreo’.

Los discursos entretejen las palabras para tratar de articular de mejor modo las ofertas políticas que fijen en el imaginario de las audiencias las opciones que el reduccionismo propio de la propaganda plantea de manera sencilla: continuidad o cambio. Pero que se vuelven más complejas cuando se matizan: ‘que siga la transformación o que vuelva la corrupción’. O ‘que siga la destrucción de las instituciones o que regresen los equilibrios de poderes’.

Y en lo que se filosofa con disyuntivas reales o imaginarias, el encendido verbo de los mítines materializa el contraste de las ideas en madrazos limpios.

En alguna calle de Guaymas, los jóvenes que reparten propaganda pegando calcas en los autos sobre alguna calle de Guaymas se agarran a chingadazos y entonces las matracas, esos icónicos artilugios de la ruidosa excitación electoral se convierten en armas no letales, pero sí capaces de provocar heridas que tardan más de 15 días en sanar. En el puerto se registró el primer incidente de violencia política de la jornada, cuando jóvenes propagandistas de Morena y de Movimiento Ciudadano se liaron a golpes y en la trifulca uno de ellos casi le desarma la matraca en la cabeza a otro. Cuidado.

Hay una peculiaridad notable en esta jornada: la inclusión llevada a lo sublime, la pluralidad justificada en mis bueyes pero no en los de mi compadre. La mixtura de personajes otrora confrontados y hoy protagonistas del pellizco de la coincidencia y la nalgada de la incondicionalidad es, por lo menos, curiosa.

Como fenómeno sociopolítico es un manjar para el estudio. En su arranque de campaña por la alcaldía de Hermosillo, María Dolores del Río aparece fuertemente acuerpada por las mujeres y los hombres que van como candidatos a las diputaciones locales y federales de la coalición ‘Sigamos haciendo historia’ que amalgama a los partidos Morena, PT, PES, NAS y PVEM.

Allí están Lorenia Valles, candidata al Senado, fundadora de Morena y militante de izquierda desde el origen, como Jacobo Mendoza, candidato a diputado federal por el 05, de irreprochable militancia en la causa obradorista. También Diana Karina Barreras, militante del PT que hace muy poco cerraba filas con la facción más nefasta del padrecismo y que como tal, en su condición de regidora panista validó con su voto decisivo la concesión del alumbrado público en Hermosillo, que luego fue revertida por el gobierno municipal cuando lo ganó Morena. Es un encanto escucharla condenar la corrupción de los prianistas.

También está Óscar Ortiz, cetemista de cepa que va como candidato a la diputación por el 11 como abanderado del PT; Ely Sallard, cuya carrera política la forjó en el PRI; David Figueroa, panista de larga data, Norberto Barraza, verdeecologista, priista, panista, independiente, impulsor fallido de un nuevo partido político y ahora morenista; también están René García, del PT y Vicky Espinoza, de Morena.

El evento es grande y festivo. María Dolores del Río ahuyenta los fantasmas que la vinculan con aquel episodio de 2005 cuando en Hermosillo se tuvo que racionar el suministro de agua potable y asegura que en su administración se sentaron las bases para garantizar agua con la construcción de la obra Los Bagotes, gracias a la cual Hermosillo tiene hoy un 30% más de agua.

Se compromete a gestionar la ampliación a cuatro carriles de la carretera a Bahía Kino y entre otras cosas plantea un plan para mejorar la seguridad pública relanzando una policía de proximidad y no recaudadora. También dice que su primera acción será abrir las puertas de Palacio Municipal que hoy están cerradas para los ciudadanos, que en su gobierno tendrán a los funcionarios en sus colonias durante jornadas semanales de atención a sus peticiones.

En el otro frente también la jornada fue intensa en Hermosillo. Antonio Astiazarán arrancó, no oficialmente, pero sí de facto y aún como alcalde con la inauguración de las obras de remodelación del Parque Madero, pero su arranque oficial fue en el estadio Fernando Valenzuela, donde hizo el recuento de los logros de su administración.

Pero el evento ‘grillo’ fue el de ayer en el salón de eventos ‘La Cascada’, donde en materia de mixturas políticas, reconciliaciones históricas, desagravios obligados y justificación de los medios para conseguir los fines, el PRIAN le dijo a Morena ‘quítate que ahí te voy’.

El personaje central fue Manlio Fabio Beltrones, el depositario de todos los rencores panistas en aquellos convulsos años entre los 80 y los 90 cuando el villajuarense traía a maltraer a la oposición electoral que era fundamentalmente blanquiazul porque la izquierda, electoralmente no pintaba.

Y ayer estaban allí el noble y el villano, el prohombre y el gusano bailando y dándose la mano, qué digo la mano, el espaldarazo y el arrumaco sin importarles la facha.

Vaya, si un impresentable hay en todo el espectro de la política sonorense es ese zafio de la catadura de Javier Dagnino y allí andaba abrazando priistas como si no hubiera sido parte de la persecución en el sexenio que gobernó el PAN con Guillermo Padrés y que en materia de corrupción y mal gobierno les dijo ‘quítate que ahí te voy’ a cuantos les precedieron.

Pero el fin justifica los medios, como dijera el clásico. Y allí están, los que hace muy poco se abominaban y los que ahora se abrazan.

Duro, desde luego, el discurso de Manlio, convertido en el depositario de todas las críticas del régimen, y fuerte también el discurso del Toño Astiazarán, pero el espacio se acaba.

Obligadamente hay que volver sobre este tema.

Se le enredó la piola al árbitro electoral

HERMOSILLO, Son. - Todavía no empiezan las campañas locales y el proceso electoral de Sonora ya se fue a los tribunales, así que si usted es de los que se quejaban de que las campañas lucían más bien amodorradas en lo político, espérese a ver cómo se ponen en lo jurídico.

La que sigue es una historia de cómo se llegó a ese punto en que la coalición Sigamos haciendo historia podría descarrilarse legalmente en Sonora.

Se la cuento, picadísimo lector, ansiosa lectora.

El pasado 30 de marzo venció el plazo para que los partidos políticos registraran ante el Instituto Estatal Electoral sus convenios de coalición y/o candidaturas comunes, requisito indispensable para participar en esos términos de la contienda electoral 2024 en Sonora.

Morena y sus aliados no registraron convenio de coalición y ya no pueden hacerlo por la definitividad de las etapas del proceso electoral; tampoco registraron en tiempo y forma el convenio de candidaturas comunes, aunque el Consejo General del IEE les concedió dos prórrogas (una de ellas extrañamente ampliada) para que lo hicieran, por lo cual hoy enfrentan dos recursos de apelación por parte del PRD y otro del PAN, para que no sea reconocido el convenio de candidaturas comunes.

El litigio está en el TEE, donde los perredistas saben de antemano que serán ‘bateados’, no así en la Sala Superior del TEPJF con sede en Guadalajara, a donde recurrirán sin duda, y cuyo desenlace es aún un misterio.

¿Qué implica esto?

Que si la Sala Regional valida los recursos de apelación, ‘se cae’ el convenio de coalición y cada uno de los partidos de ese frente tendría que postular sus propios candidatos en los 21 distritos locales y los 72 ayuntamientos.

II

Pero vamos por partes.

El 30 de marzo, los representantes de Morena deberían registrar 20 candidatos comunes a igual número de distritos y 63 candidatos comunes a alcaldes a igual número de municipios de acuerdo a su convenio respectivo. Porque los señores hicieron un solo convenio en lugar de dos, lo que los habría protegido más. Pero esa es otra historia.

Acudieron a la sede del IEE las 17: 29 horas del 1 de abril (este dato es importante para el desenlace de la historia) pero no tenían la información completa requerida sobre sus candidatos y candidatas, a saber: nombres, apellidos, edad, lugar de nacimiento, domicilio, clave de la credencial para votar y el consentimiento por escrito de la candidatura común en varias candidaturas.

En otras, como los distritos 1 (SLRC) y 16 (Cajeme), presentaron fórmulas incompletas y lo mismo en el Ayuntamiento de Santa Ana. Lo anterior pese a que el plazo para registrar planillas comenzó desde el 8 de septiembre de 2023. Esto también es importante, pues con una sola fórmula en un distrito o ayuntamiento que no sea registrada en tiempo y forma, el convenio se cae.

Dadas estas omisiones, solicitaron una prórroga de 48 horas que el Consejo General del IEE les concedió para subsanarlas. A las 16:45 horas del primero de abril, faltando una hora con 04 minutos para que venciera el término de la prórroga de 48 horas solicitada, se presentan para solicitar una nueva prórroga de 24 horas, ya que no habían subsanado todas las omisiones.

Finalmente se presentan el 2 de abril con las planillas completas (no todas) y el IEE las registra, pero lo hizo fuera de los tiempos legales. Para empezar, la segunda prórroga de 24 horas no debió otorgarse, pero además el Consejo General del IEE aceptó la documentación y dio por registrado el convenio de candidaturas comunes extendiendo aún más la segunda prórroga al tomar una hora 04 minutos más, que era el tiempo que ‘le sobró’ de la primera prórroga que se vencía el 1 de abril a las 17:29 horas, pero se presentaron a solicitar la extensión del plazo a las 16:45.

Esto que parece una minucia no lo es, si se aplica el criterio de preclusión, que es la pérdida de una potestad por no haberse ejercido en la oportunidad que determina la ley, y el de definitividad de las etapas de los procesos electorales.

Por lo anterior, el representante del PRD en el IEE, Carlos Navarro López explicó que presentó un recurso de apelación en contra del acuerdo del Consejo General del Instituto que aprobó el registro de convenio de candidatura común de los partidos Morena, PVEM, PT, PES, Nueva Alianza y PES.

Ayer mismo, el dirigente estatal del PAN, Gildardo Real Ramírez informó que su partido hizo lo propio ante el Tribunal Estatal Electoral.

El presidente del IEE, Nery Ruiz fue entrevistado posteriormente y se dijo tranquilo ante esas demandas pues, alegó, es derecho de los partidos solicitar prórrogas en casos como el citado aquí y en procesos anteriores el IEE resolvió varios asuntos en el mismo sentido a favor del PAN.

No citó -porque no se lo preguntaron- si también había jurisprudencia en el caso de la segunda prórroga y sobre todo el de la extensión de una hora con cuatro minutos a la misma, que es lo que el PRD está impugnando, aunque se infiere que el criterio aplicado para conceder esas ampliaciones del plazo para el registro del convenio es el de “privilegiar el registro de candidaturas, que es el fin primordial para el cual los partidos postulan a personas para cargos públicos”, de acuerdo con declaraciones ofrecidas a la colega y amiga Solangel Ochoa.

Pero el tema de los tiempos no es el único que está impugnando el PRD. De acuerdo con lo expresado por Navarro López, ese tema se impugna básicamente porque las etapas dentro del proceso electoral son definitivas, por lo que una vez que concluye una etapa ya no se puede devolver. Razón por la cual, si la etapa de registros terminaba el 30 de marzo, hasta entonces era conforme a la ley presentar las solicitudes de Convenio de Candidatura Común, no obstante, si en el caso concreto se le concedió una prórroga perentoria a los partidos Morena, PT, PVEM, PES y NAS, entonces estaban obligados a cumplir dentro de dicho plazo, al fenecer el 01 de abril a las 17:29 horas ya no se podía regresar a la etapa de registros de Convenios de Candidaturas Comunes, quedándose dichos partidos sin registro de su convenio, tal como señala tanto la ley como los principios que rigen la materia electoral.

En resumen, lo que el PRD está demandando es que el TEE revoque el acuerdo CG80/2024 y el CG81/2024 en donde aprobó el registro del convenio de candidatura común que presentan los partidos políticos Morena, Del Trabajo, Verde Ecologista De México, Nueva Alianza Sonora y Encuentro Solidario Sonora, para postular en común candidaturas en veinte diputaciones por el principio de mayoría relativa, así como en sesenta y tres ayuntamientos del estado de sonora, para el proceso electoral ordinario local 2023-2024 y, en consecuencia, tener por no presentado su Convenio de Candidatura Común.

Lo que también está demandando son presuntas violaciones a las reglas para las formas de participación electoral en lo relativo a los límites para las candidaturas comunes, una figura de la que no se debe abusar de acuerdo a lo establecido por la Sala Superior del TEPJF.

Me explico: La Sala Superior sostuvo en un juicio de 2018 que los partidos no pueden conformar una candidatura común que equivalga al 25% o más de las postulaciones en la elección de que se trate, lo que fue ignorado por el IEE, ya que en el caso de la coalición que encabeza Morena llevan el 95% de las postulaciones a los distritos locales en candidaturas comunes, y el 87.5% en los ayuntamientos.

Mañana volveremos con más detalles sobre este espinoso asunto que le puede dar un vuelco al proceso electoral en Sonora.

II

En carril aparte de la grilla electoral, el gobernador Alfonso Durazo supervisó ayer los trabajos de construcción del nuevo tribunal laboral, que registra un avance del 85%.

Esta obra consiste en un edificio de cinco niveles para albergar las oficinas del Tribunal, con doce salas de oralidad; en la primera etapa se realizan trabajos preliminares en el sótano, terracerías, cimentación y estructura.

En la segunda etapa se llevarán a cabo trabajos de obra civil en elevadores, instalación hidrosanitaria y pluvial, y estructura desde el sótano hasta el quinto nivel.

Por último, en la tercera etapa se harán trabajos de albañilería, instalaciones eléctricas, acabados, instalaciones de voz y datos, instalación hidrosanitaria y pluvial, cisterna, sistema contra incendio y colocación de aire acondicionado.

Pilón

A propósito del IEE y por si le faltara poco, también trae otra papa caliente que le cayó desde Nogales, donde hay dos candidatos a la alcaldía registrados por MC, y tiene que resolver sobre este asunto.

Resulta que por un lado está el exalcalde Ramón Muñoz (que por cierto está inhabilitado para ocupar cargos públicos por presuntos malos manejos en su administración) y por el otro está Jessica Juvera, quien está instando al IEE a definir sobre este caso.

Claro, también se supone que la dirigencia nacional del MC tiene que tomar una decisión al respecto y cualquiera que esta sea, no dejará contenta a una de las partes.

Qué preelectoral despapaye.

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Lilly Téllez, el pesado fardo de esta campaña

HERMOSILLO, Son. - La exconductora de televisión Lilly Téllez está haciendo buenos los pronósticos en cuanto al papel que le tocará jugar en esta contienda: el de francotuiteadora golondrina que no hace verano en el estado.

Uno esperaría que los protagonistas de la justa electoral elevaran el nivel en lugar de los decibeles del debate público, pero a estas alturas estaremos de acuerdo en que Lilly Téllez no llegó a la participación política para hacer propuestas, sino para ametrallar con descalificaciones, insultos y gracejadas fallidas a sus adversarios.

Y está bien. Una parte del público lo único que tiene en las contiendas electorales es el morbo y el divertimiento por el escarnio y las bofetadas de payaso, pero hay otro sector que tiene claro que es el terreno de las propuestas y las ideas, no de las ocurrencias donde residen los elementos para decidir su voto. Y no es ese el terreno en el que gusta moverse la exconductora televisiva.

Las campañas ciertamente lucen hasta ahora desangeladas, un tanto amodorradas y lo que muchos han detectado en la ciudadanía es más bien el desánimo que a la postre podría traducirse en abstención. Con candidatos (as) que privilegien las payasadas por encima de las propuestas ese parece ser el destino. Un destino que, por cierto, a quienes menos conviene es a los partidos que integran la Coalición Fuerza y Corazón por México, que pudiera estar condenada a perder más votos que los que se le han venido fugando desde 2018.

Recordemos que, hasta la elección previa a esa, en 2015, el PRI y el PAN se repartían los votos en Sonora en umbrales que rebasaban los 300 mil para cada uno. Claudia Pavlovich ganó con más de 400 mil, lo mismo que Guillermo Padrés.

Pero en 2018 se fueron a la lona y en 2021 le repitieron la dosis. El padrón electoral y la participación ciudadana no ha variado sustancialmente desde entonces, pero la orientación de los votos sí. Los números muestran que el PRI ha perdido más de 150 mil votos y el PAN más de cien mil. Si eso no les indica nada, creo que no están haciendo el análisis correcto, como evidentemente no lo hicieron al postular a la señora Téllez.

Ella, desde luego no tiene nada que perder pues pase lo que pase tiene asegurados otros seis años en el Senado (¿alguien recuerda alguna iniciativa propuesta por ella desde 2018?) pero la oposición a Morena sí podría estar entrando en esa zona en la que resulta divertido festejar las ocurrencias y los desplantes, pero a la hora de contar los votos la risa se les congela.

Además de eso, junto con Iván Jaimes, el suplente en la fórmula de Manlio Fabio Beltrones, Lilly Téllez quiso meterse al tema del subsidio a las tarifas eléctricas buscando posicionarse a partir de argumentos no del todo consistentes y sí muy tendenciosos.

Ellos sostienen que el convenio firmado entre el gobierno del estado y la Comisión Federal de Electricidad no es permanente, que el recurso para subsidiar las tarifas proviene de las arcas estatales y que el convenio está en peligro porque el estado adeuda a la federación una suma millonaria.

Citando al propio Beltrones, aunque sin mencionarlo por su nombre, el gobernador Alfonso Durazo respondió desde su mañanera el pasado martes y suscribió que ‘en campañas se dicen muchas mentiras’, agregando: “esta es una de ellas”.

El gobernador apuntó que el recurso proviene, como siempre ha sido, del gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que la temporalidad del convenio es solo en una de sus partes, más no la fundamental, que incluye la ampliación del plazo en el que se aplicará el subsidio lo mismo que los rangos de consumo.

Incluso recordó que siendo secretario particular del presidente Vicente Fox, allá por el 2002 el ya empujaba ese tema y desde entonces se mantiene en esa lucha, lo que ha sido reconocido hasta por el dirigente de la Unión de Usuarios de Hermosillo, Ignacio Peinado Luna.

Es claro que estamos en campaña y todo tema será necesariamente inscrito en el campo de la política electoral, pero en este caso creo que a Lilly e Iván les falló el tiro.

II

Solamente en las cúpulas partidistas podrían explicar cuáles fueron los criterios para la selección de candidatos al Senado en Sonora, pero resulta inevitable establecer comparaciones en las campañas de la fórmula Beltrones-Téllez.

La señora es una ‘standupera’ que difícilmente se le verá empolvando las zapatillas en las colonias populares o articulando un discurso propositivo. Indiscutiblemente es buena en el pleito de callejón, en el arte de la provocación y en el zafarrancho discursivo, pero fuera de eso no trae nada más en la chistera.

Beltrones se encuentra en las antípodas de eso. Tiene, a no dudarlo, un larguísimo colmillo y un historial que particularmente en Sonora lo confronta con el grupo gobernante, pero no es un tipo que se manche las manos en las peleas en el lodo. Para eso tiene a otra gente y, diríase sin miedo a errar mucho, que una de ellas es Lilly Téllez y la señora protagoniza bien su papel.

Baste señalar que ayer, en un amplio salón de conocido hotel del norponiente de la ciudad, Beltrones convocó a un nutrido contingente de personas, mayoritariamente de la sociedad civil.

Sí, desde luego se hicieron presentes varios personajes de la vieja guardia priista, pero bien podrían pasar desapercibidos en ese atiborrado auditorio que, dígase lo que se diga, habla de capacidad de convocatoria y movilización orgánica; gente que fue por su propio pie y que está dispuesta a trabajar en el convencimiento de dos, tres o más cercanos sobre la viabilidad de esa candidatura.

El auditorio tiene capacidad, de acuerdo con Protección Civil, para mil 200 personas, pero resultó insuficiente y se tuvieron que instalar sillas en el hall, mientras otros aguantaron en las afueras del local hasta que terminó el evento.

A diferencia de su compañera de fórmula, el exgobernador aborda los temas de coyuntura y enfatiza los yerros del gobierno federal: el fracaso de las políticas de seguridad, el mito del sistema de salud danés y los riesgos de la centralización del poder en un gobierno sin contrapesos institucionales y sociales.

Después del evento de campaña de la candidata motenista al senado, Lorenia Valles en Guaymas, donde se notó la convocatoria y la convicción de la concurrencia, el de ayer con Manlio Fabio Beltrones es el segundo que me ha tocado ver en esta desangelada temporada electoral, donde sí se hizo presente el espíritu de la pelea por los votos.

Difícilmente se pueden elaborar prospectivas concluyentes sobre la contienda a partir de uno y otro evento, pero hay señales claras de que la verdadera pelea por los escaños en el Senado está entre estas dos fórmulas, que por cierto tienen los recursos humanos, materiales, tecnológicos y logísticos para llegar al dos de junio disputando palmo a palmo cada voto.

La fórmula de Morena descansa mucho en el posicionamiento de la marca y la impresionante dispersión de presupuesto para apuntalarla, independientemente de sus candidatos; la fórmula de la alianza PRI-PAN-PRD nada a contracorriente apostándole todo a un personaje que es el receptáculo de todas las animadversiones en la casta gobernante, pero que no debería ser subestimado solo por ello.

Beltrones trae, además de esa carga negativa que dimana de su condición de icónico personaje de la vieja clase política, el pesado fardo de una compañera de fórmula que no ha entendido ni entenderá que las proclamas de la ultraderecha suelen ser ruidosas, pero encuentran su caja de resonancia en apenas un 30 por ciento del electorado, insuficiente para ganar elecciones en el contexto actual.

Colofón

Solo para reforzar esta idea, tomo como ejemplo el microcosmos de un distrito local en Hermosillo donde el padrón es de 110 mil electores, pero en la elección pasada votaron apenas 34 mil. Allí Morena le dio una tunda a la oposición superándola con más de diez mil votos en 2021.

En un distrito donde vota solo el 34% de la lista nominal, el problema no son los candidatos, sino el desánimo, la apatía y el desprecio de una ciudadanía que se siente ajena a la efervescencia electoral que aparece en los y las interesadas en las campañas.

Si la oposición a Morena no consigue motivar a una participación ciudadana de más del 60% del padrón ya se pueden ir despidiendo del ‘Plan B’ de Beltrones.

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"Sin raspar muebles": posiciones al mejor postor

+ En la planilla de regidores del Alcalá imponen a la hija de Juan Leyva y a la socia de Omar Guillén; morenista presume 3 mil votos y no se los quiere dejar al partido guinda

CD. OBREGÓN, Son.- Como se los había adelantado, el espaldarazo que le dio Juan Leyva a Armando Alcalá, candidato del PRI-PAN-PRD a la Alcaldía de Cajeme, no fue gratis, ya que según varias fuentes en la lista que van a presentar ante IEE a más tardar mañana, vienen como candidatas a las regidurías Mary Leyva y Elisa Morales, ese es el cobro de factura de este dizque líder campesino.

Por cierto, varias líderes del PRI andan muy molestas porque de nuevo no tendrán representación.

También como candidatas a regidoras vienen Martha Luz Parada y Mirna López, ahí sí, dos buenos perfiles que hubieran sido mejor opción para buscar incluso la diputación del Distrito 16, pero se fueron con Kiki Díaz Brown, quien ni siquiera vive en Obregón.

También en la fórmula de Armando vendrán Sara Martínez como candidata a Síndico y Raúl Ayala Jr., para regidor, ambos con buena trayectoria política, este último también era un buen perfil para candidato a la Alcaldía, ya que es muy querido por las bases, inspira confianza y lo más importante no trae carga negativa como el que les conté.

Me enteré que quien anda muy interesada en acercarse al candidato a diputado federal del PRIAN, Eduardo Flores, es la aún legisladora Gabriela Martínez, luego de que por más de que quiso impugnar a la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Anabel Acosta, nomás no pudo.

Según la fuente, me dicen que Gaby asegura contar con 3 mil votos que serían para jugarle en contra a Morena, el mismo partido que la llevó al Congreso de la Unión en el 21 sin ni siquiera registrarse, ya que le cayó del cielo la candidatura, lo que al parecer ya olvidó.

Pero lo que también olvidó fue la maltratada que le dio Lalo el día que fue al plantón que mantenían los productores a las afueras de la Sader.

No cabe duda, en la política se ve de todo. (Daniza Vega Félix @danizavf)

También deben debatir los regidores

GUAYMAS, Son. – Cuando están en marcha las campañas políticas y se definen candidaturas, el llamado a debatir se hace presente y lo utilizan como principal herramienta de arranque aquellos quienes poseen facilidad para el enfrentamiento verbal, pero evaden quienes carecen de esa habilidad.

Sin embargo, el analista político bosteza al escuchar del tema, argumentando el escaso alcance logrado con esa práctica convertida ya en obligación legal y al alcance de quien quiera escucharla, pero de resultados ausentes en el ejercicio del poder de la representación popular.

El tema se extiende y concluye en la urgente necesidad de ir más allá. Por ejemplo, hacer participar en esa medición de fuerza intelectual y capacidad para exponer sus propuestas –deben tenerlas, para aspirar a ocupar esos asientos--, a los regidores.

Esta afirmación fue escuchada en una mesa de intelectuales de la política y no fue cuestionada. No hubo posición contraria a la consideración siguiente: “la situación de Guaymas ya no está para (dejarla) en manos de un solo hombre (o mujer)”.

Luego, la minimización del debate como alcance de la muy sacrificada lucha de décadas en el camino hacia la democracia, con esta interrogante: “¿Vamos a ir más allá del agua, luz y drenaje?”, refiriéndose con esto último a la cruel práctica de “descubrir” cada 3 años los graves problemas padecidos por la población, ofreciendo los candidatos de cualquier partido o sigla, soluciones cuyo arribo jamás se concreta u ocurre parcialmente si es el caso.

Más aún, no se abordan temas afines al empleo, educación, economía, rubro este último siempre soslayado, como si fuera malo hablar de dinero, inversión y los cómo para impulsarla.

Ningún empresario invertirá capitales en una ciudad carente de los incentivos y garantías de recuperación. Los candidatos, incluyendo a los regidores o aspirantes a serlo, deben hablar de hacer dinero que llegue a todos, de cómo se desenvolverá un promotor de inversiones para crear una empresa y desarrollarla, trayendo personal calificado que viva en un buen sector, con vivienda cumpliendo reglas de urbanización, donde haya servicios suficientes y movilidad para reducir lapsos de traslado y, por supuesto, espacios de convivencia.

Deben preguntarse también por qué quejarse tanto de las policías y los agentes que integran estas corporaciones, cuando nadie habla de elevar sus percepciones y otorgar prestaciones para verse incentivados a cumplir con su obligación de proteger y servir a la sociedad, en lugar de inhibirla ante la agresión verbal y de actitudes del conglomerado.

El debate debe incluir a los regidores. No hacerlo mantendrá vigente la práctica de “completar” una planilla y tal improvisación planteará de nuevo los mismos cuestionamientos sobre la integración de estos cuerpos colegiados, precedidos por su fama de arribo vía pago de cuotas de grupo o personas, no siempre calificadas para una representación.

Guaymas espera esos nuevos tiempos en el próximo proceso electoral, o las alianzas o coaliciones, como ocurrió ya con los partidos, quedarán a deber al ciudadano. Y ya le deben mucho.