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A 30 años, recuerdan a Colosio

HERMOSILLO, Son., 23 de marzo de 2024.- Este sábado 23 de marzo, a 30 años de la muerte de Luis Donaldo Colosio, la Fundación que lleva el nombre del excandidato presidencial por el PRI, llevó a cabo un evento para recordarlo, frente al busto colocado sobre el bulevar que también lleva su nombre.

El discurso del conocido priísta Miguel Ángel Murillo destacó la carrera política del oriundo de Magdalena y su legado, cuyo texto aquí se transcribe:

“Amigas y Amigos:

Les saludo con respeto y reconocimiento en esta

ceremonia a la que nos ha convocado nuestro partido y

la Fundación Colosio, por ser hoy 23 de marzo; el día

en que hace 30 años, la vida le fue arrebatada a Luis

Donaldo Colosio. Un sonorense de excepción, que

como candidato a presidente de México exponía con su

vehemencia característica su proyecto medular, que

tenía como objetivo la reconstrucción moral de la

nación.

El sol de aquella tarde, en su aparente caída,

simbolizaba la oscuridad eterna por el ideal que se

apagaba en un hombre que quería y se comprometía a

hacerlo todo por ver a un México próspero, con

oportunidades para todos, sin exclusiones. Un México

donde fuera una infranqueable obligación de dar cauce

y cumplimiento al ideal básico de la democracia, que es

hoy por hoy, y para siempre, el respeto al estado de

derecho.

2

Luis Donaldo Colosio, fue y sigue siendo uno de los

mejores ejemplos de comprometida militancia en

nuestro partido. Hoy más que nunca los conceptos

expresados en su histórico discurso del 6 de marzo de

1994; es decir, 17 días antes del cruel asesinato, deben

ser imperativos a cumplir en ese proyecto político del

cambio con rumbo que urge a México; que ahora

navega entre el autoritarismo, la improvisación política

y la incertidumbre.

En aquel discurso quedó muestra clara de que Luis

Donaldo no sucumbió ante el gran poder; ese poder que

no veía el México al que Colosio quería hacerle justicia.

Unas horas después de la felonía que accionó el gatillo,

el 24 de marzo, Octavio Paz nos dijo: “todos los días

nos sirven el mismo plato de sangre, y en una esquina

cualquiera -justo, omnisciente y armado- aguarda el

dogmático sin cara, sin nombre”.

3

El asesinato de Luis Donaldo Colosio, oriundo de

Magdalena, conmocionó a los mexicanos y

especialmente por razones obvias a los sonorenses, a

quienes nos visitaría al concluir su gira por Baja

California.

La bala que lo mató abrió una herida fundacional en un

México que, bajo la tempestad de la injusticia social,

aún no sospechaba ni advertía la barbarie que se

asomaba; por ello, considero que el pensamiento de

Octavio Paz es de una rabiosa actualidad.

Todo el lenguaje se queda corto ante tan grande daño,

que truncó un proyecto de ascenso democrático, una

ilusión histórica de un hombre generoso, congruente,

sobrio y como pocos políticos, con un amplio y sólido

empaque cultural. Era dueño de una retórica atrayente,

de poderosa persuasión.

4

A Luis Donaldo Colosio siempre lo vi más cerca del libre

pensador que del cortesano; lo vi lejos y muy crítico del

simulador. Era muy enfático en sus reiterados llamados

a participar, no solo por convicción sino por

responsabilidad.

Compañeras y compañeros:

La base de nuestra democracia está en la Constitución;

no lo olvidemos. Por ello, es urgente encontrar y difundir

las palabras fuertes y fecundas que nos permitan

reconstruir ese mensaje de exigencia de justicia, de

respeto total al estado derecho y a los ideales básicos

de la democracia que planteaba Luis Donaldo, porque

aún los gobiernos de soluciones fáciles, o los que dicen

tener todas las respuestas en cualquier circunstancia,

deben ser regulados por la ley…

La ley, amigas y amigos míos, sí es la ley.

5

Luis Donaldo Colosio tenía claro que el Estado debía

sujetarse a la voluntad del pueblo plasmada en la

Constitución, y que el Estado mexicano debe hacer algo

más que simplemente gobernar.

En Colosio era evidente la vocación política, una

vocación que ejercía con alegría, con responsabilidad,

con toda disciplina; por vocación comprobada, por

deber y por derecho ciudadano. Una vocación política

que le llevó a abrazar con pasión las causas, sin la típica

vanidad y la arrogancia que él veía en muchas oficinas

gubernamentales.

Para él, todas las acciones del Gobierno debían tener

consecuencias benéficas sobre el pueblo; un pueblo del

que se sentía orgulloso, porque de él había surgido.

6

Recuerdo que como candidato a la Presidencia de la

República nos decía con toda claridad: “Mi compromiso

es trabajar, honesta e incansablemente para fortalecer

una democracia en nuestra nación, que asegure la paz

y la estabilidad y que sea el terreno firme para alcanzar

un México más justo en los años por venir; porque la

democracia es la respuesta que nos hemos dado los

mexicanos, para alcanzar una convivencia política

civilizada, que enriquezca la vida pública”.

Para estos tiempos de crisis, para estos tiempos

revueltos, se requiere de hombres y mujeres que vean

en la política un modo de vida para servir a la gente y

no un medio para servirse de la gente. La historia les

llamará a cada uno por su nombre, y en su inapelable

juicio expresará los adjetivos que los distinguirán ante

los demás.

7

Inteligente, honesto, carismático, valiente, progresista y

demócrata, son solo algunas cualidades y virtudes que

la historia le ha reconocido a Luis Donaldo Colosio

Murrieta.

A 30 años de su dolorosa ausencia física entre nosotros,

sigue presente como ejemplo para quienes se dedican

o quieren dedicarse a la política, en este país tan urgido

de liderazgos éticos que sean la solución y no el

problema.

Que su recuerdo, sus enseñanzas, y su aspiración de

construir un México nuevo, siga siendo nuestra

esperanza y razón para continuar luchando por un país

donde la justicia y la igualdad sean realidades tangibles,

no solo un sueño truncado por la demagogia o la

violencia.

8

Su recuerdo nos convoca a participar no sólo por

convicción, sino también por la gran responsabilidad

que tenemos ante nuestros hijos y las nuevas

generaciones.

Y sí, es cierto que la única e inconmovible verdad, es

que hoy, hace ya 30 años, en Lomas Taurinas, Tijuana,

se cometió el gran crimen que conmocionó a un México

que sigue esperando, con hambre y sed de justicia, ese

día en el que todas y todos seamos dignos y orgullosos

mexicanos.

Que en nosotros quede la responsabilidad de cumplir

ese ideal interrumpido que acompañó por siempre a un

hombre íntegro que nació para servir a México.

9

Como mejor dice el poeta cajemense Bernardo Elenes:

“En esta hora, Luis Donaldo,

tu voz es necesaria,

debe crecer como un torrente

de ríos luminosos,

bajar desde la sierra,

fortalecer el nombre de Sonora,

la fe en el México profundo

el que avizoraste en tus sueños,

los que el odio, las balas, la traición

no pudieron contener.

¡Habla fuerte, alto y claro, Luis Donaldo,

que vuelen de tu pecho y de tus manos,

las aves de la paz y la justicia,

demostrando que unas balas asesinas,

no podrán jamás, matar la democracia!

Muchas gracias".