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Agustin Rodriguez

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Ya se rompió el cántaro, a actuar

GUAYMAS.- Las comparecencias de exfuncionarios municipales empiezan a aburrir por escándalos más de defensores oficiosos que de los implicados en el saqueo provocado por Otto Claussen, el hermosillense nacido en Guaymas que repitió su habilidad mostrada cuando fue director del ISSSTESON.

Comparecen –o deben hacerlo—para explicar por qué no aparece mucho del dinero que el pueblo les confió y porque, entiéndanlo, ya se rompió el cántaro de tanto ir al agua. Ni en Guaymas ni en Sonora los políticos tuvieron freno al mostrar sus uñas y revelar su exacerbada cleptomanía cuyo origen es la impunidad. No castigarlos, robustecerá al monstruo que sigue destruyendo al país.

Pero como ha ocurrido en muchos lugares, el exalcalde Claussen prefirió quedarse en su millonaria casa de playa en San Carlos, porque a su juicio, nadie le tocará un cabello. Todos roban, es su cínica excusa. De paso, esa casa frente al mar costó mucho dinero, pero no 30 millones de pesos como en mayo pasado lo denunció el excandidato de Morena a la gubernatura, Javier Lamarque.

Creo que el priísta que saltó al PRD para ser alcalde de Cajeme y hoy sigue a López Obrador, escuchó sobre un negocio que le dejó como utilidad ese monto a don Otto, y pensó que la casa era el pago. No. La vivienda que dista de ser como las que financia el Infonavit, fue apoyo de amigos sancarleños y sí, la terminó con algo de esa utilidad que no habría reportado al Sistema de Administración Tributaria.

Pero así como es criticable lo hecho por “El teutón” y lo que ahora hace para pitorrearse de la ley, lo es –en menor proporción por supuesto—que funcionarios actuales de la comuna guaymense se arrojen sobre modestos colaboradores de ayer. No es por allí.

Resulta que el comunicador Oscar Velderráin trabajó con Otto dirigiendo la oficina de Prensa a condición de no acercarse al presupuesto asignado. Traerlo en vueltas es ocioso, pero consígnese que nunca lo citaron formalmente, pues el documento que entregaría un policía en sus manos, quedó sobre el escritorio de una personita cercana al alcalde Lorenzo De Cima.

Cuando se dio cuenta de su error, el novel funcionario cuya fama actual surge de pecados de su aún cercana juventud, lo llamó pero ya era tarde. Para borrar la mancha de su descuido, le pidió firmar un papel con declaraciones impresas so pena de represalias como frenarle su negocio ¡de venta de hot dogs en la vía pública! Por favor señores, más seriedad.

El dinero hurtado no está en ese nivel y para seguirle la huella, los pelos de la burra parda los tienen en sus manos, así que no se hagan bolas. Espero que al señor Claussen si le hayan citado, si no, detengan el juego y ratifiquen la impunidad, para que canten victoria los lugartenientes, la pandilla que manejó Tesorería y Obras Públicas. Lo de Seguridad Pública requiere otro tipo de investigación.

Porque estuvo muy bueno el espectáculo circense de llamar a cuentas al empresario radiodifusor Alejandro Padilla Ruiz, bajo sospecha de que cobró muy caros los espots en su radiodifusora. Ahora resulta que comprar caro es irregularidad del vendedor, no del comprador.

Esta semana ese juego que todavía no arroja nada bueno, comenzó con el extesorero. A ver qué dijeron y quién sigue, pues todo es a oscuras. Ah, y el contralor andaba en México, así que el titular del Jurídico la hace de juez y jurado.

AGUA: SI, PERO NO TAN PRONTO

El agua de la dasalinizadora que prometió doña Claudia Pavlovich llegará, pero no pronto.

Falta estudiar dónde hacer los pozos salinos, el proceso y qué hacer con la sal sobrante. Un litro de agua produce la mitad; la otra mitad debe devolverse pero con el doble de concentración salina, en perjuicio del ambiente, así que primero es el informe científico y luego lo técnico.

Enseguida, sanear organismos operadores que, como en Guaymas y Empalme, Hermosillo o Agua Prieta han hecho cosas que nadie fiscaliza, por eso sobreviven en quiebra crónica. La buena del director estatal es que ordenó sanearlos, pero ya hay reacciones por las inercias perniciosas creadas a la sombra de campañas políticas que, en Guaymas, significan plantones y cierre de oficinas.

Vamos a ver de qué están hechos Avila Ceceña y el administrador local Roberto Romano. Si se doblan, será muy conocido. Y como siempre, pagarán los usuarios.

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+ Ahora sí, agua suficiente GUAYMAS.- Hace tiempo los científicos más reconocidos del mundo en materia de agua potable, reunidos en San Carlos, hablaban del futuro cercano, cuando las necesidades del recurso obligarían a buscar nuevas fuentes de abasto entre las cuales estaba –la más abundante—el mar.

Diez años atrás la tecnología era distinta y no se podía, pero ya está al alcance para instalar una planta que puede crecer y elevar la producción de agua desalinizándola desde pozos de playa donde en forma natural se da la primera filtración.

La mañana de lunes, con vista a la preciosa bahía que un día de 1539 don Francisco de Ulloa llamó el “puerto de puertos”, la gobernadora Claudia Pavlovich dio la buena nueva. Construirá la desalinizadora. No más vueltas al tema del agua que ya dio muchas.

Todo indica, será en suelos cercanos a la playa empalmense El Cochórit, donde nacen grandes proyectos de participación federal y privada multimillonaria en dólares y de donde partirá el acueducto de 11 kilómetros para colocarla en los tanques distribuidores.

Todos aplaudieron, pues deja de lado el juego del tío Dolores. Ataja por ejemplo, el grosero anuncio estatal de que en los últimos 5 años, se invirtieron 578 millones de pesos para remediar el problema de escasez y corregir el PROBLEMA DE SALUD PUBLICA en el que se convirtió el drenaje citadino. No estuviera así con la mitad que se hubiese invertido en ello.

También se toma con seriedad el problema del agua, sin alardear de soluciones como el del líquido en las llaves las 24 horas del día los 365 días al año, cual ofreció Guillermo Padrés en agosto de 2014 a un año de plazo. Le advertí, recuerdo, que el problema era ancestral y nadie lo había solucionado.

“Lo sé, pero así dijeron del acueducto Independencia, o de la presa Pilares en el sur… y ya vez”, me respondió. Si, ya veo, digo hoy a la distancia.

Pero bueno, también aquí hubo proyectos de tratamiento cuyas primeras piedras los sepultaron, y de paso generaron riñas entre alcaldes, candidatos y empresarios por el contrato de la obra, caso del 2009 cuando la disputa acabó con las esperanzas electorales tricolor.

Enhorabuena, doña Claudia.

Secretario asustado

Ha de tener razón el secretario del Ayuntamiento de Guaymas Alán Jaramillo Pérez, al preocuparse por lo que pueda pasar cuando se desliza una versión que lo sitúa lanzándose sobre Otto Claussen por las raterías que “El teutón” cometió contra los guaymenses, y de paso llevarse entre los pies a Héctor Hernández, el contralor alcahuete que resultó puro jarabe de pico.

En síntesis, Jaramillo señala amenazas sobre “todo lo que puede pasar” si sigue empujando el castigo para los ladrones. No dice de quiénes, pero es natural pensar en los secuaces del Otto, el enriquecido hermosillense nacido en Guaymas que este miércoles debe comparecer ante Contraloría y explicar cómo hizo para robarse todo lo que falta. O quién lo hizo pues, en caso de que no haya sido él quien desapareció más de 500 millones de pesos.

Ya jalaron a varios. El abogado traficante de influencias y nepotista Ramón Leyva es uno de ellos, impulsor de generosos pagos a sus dos hijos que solo viaticaron 3 años cuando su función era defender intereses municipales en materia legal, que ahora obligan a la comuna a pagar más de 150 litigios laborales.

Otto ya sabía cómo era Leyva, por eso lo llamó. Ahora le será fácil hacer recaer en el litigante y otros como él, culpas por la herida de muerte que le aplicaron a las finanzas guaymenses. Pero en eso de llevarlo ante la justicia, a ver quién gana, si el Ayuntamiento o el ejido San José de Guaymas, donde el también ejidatario defendió perdiendo, gran parte del patrimonio de quienes son ejidatarios de veras. Y son cientos de hectáreas.

Finalmente, acuso recibo del mensaje de Oscar Velderráin, ex vocero de la comuna. Dice que nadie le notificó que debía presentarse en Contraloría a explicar gastos de su oficina el pasado trienio. No lo dudo. Las intrigas palaciegas están haciendo perder el control a Lorenzo De Cima, quien tarda en frenar la práctica de la sedicencia que suple la seriedad de sus declaraciones.

Pero parece que ya ha visto los huecos por donde fuga información y los tapará, para no poner en riesgo su proyecto por unos cuantos dueños de afanes protagonistas que intentan erigirse como líderes del pueblo.

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Si, van sobre Otto GUAYMAS.- En mi barrio había plantas que atraían `mayates´, el escarabajo cuyo nombre proviene del náhuatl máyatl, y para que no haya otras interpretaciones agrego lo que me dice el diccionario: coleóptero polífago de la familia de los escarabeidos que se halla en la mitad sur de América del Norte.

Destaca el  color verde brillante y metálico en vientre y patas. Lo cito porque los atrapábamos para atarles un hilo en sus patas y hacerlo volar en círculos. A veces se nos soltaba el hilo y surgía la expresión “voló el mayate con todo y hebra”. Viene al caso por lo siguiente:

En medio del desaseo –¡cochinero, más bien!— que muestra el análisis contable sobre el uso de los dineros de la gente de Guaymas, se reflejan leperadas no solo tipo Fantomas (“la amenaza elegante”, aquel personaje de revistas en los 70), ladrón de cuello blanco que ejemplificaba los cómos artísticos de la estafa, el hurto… la ladronada pues.

También hay huellas donde el cinismo ganó a la discreción y se gastó dinero que paga el pueblo, en frivolidades como el puro o el coñac del oficial mayor; el viaje `acompañado´ del contralor o el regidor, pasando por la fiesta y el regalo o atención al favorito(a). Cosas así.

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Antes como antes...

GUAYMAS, Son.- Claudia Pavlovich ha vuelto a Cajeme y aumenta su atención para que las cosas descompuestas por los dueños de la soberbia del cercano pasado recobren sus cauces normales.

Los yaquis son los primeros en ser tomados en cuenta a través de sus principales líderes y no objetaron acompañarla, dialogar y abrir caminos al entendimiento que durante seis años fue cerrado por los oscuros fines que ya salen poco a poco a la luz.

Hasta el aguerrido luchador social Adalberto Rosas López refleja satisfacción porque “Claudia nos ha estado cumpliendo en todo lo que dijo”, aún poco, porque poco es el tiempo que la primera gobernadora que tiene Sonora lleva con el bastón de mando en sus manos.

Batalla Adalberto con Cronos, pues ya da pasos lentos. Su físico refleja males de esa lucha, no obstante lo cual, sigue en lo suyo, la lucha social. Es que el exalcalde cajemense y excandidato a la Presidencia de la República hace par de décadas por uno de esos partidos fugaces, fue, es, cabeza por la defensa del agua que Ciudad Obregón tiene como bandera y que divorció a esa plaza de la capital sonorense, hacia donde se va hoy gran parte del líquido en un `negoción´ que también pronto sabremos a ciencia cierta de quién es.

El agua, sépase o recuérdese, se vuelve herramienta política, objeto de poder y riqueza. Es cada vez más cara, por eso lo poco que queda de las mañosadas oficiales cada vez es menos para solucionar los problemas de abasto cual ocurre en este puerto, cuyos habitantes ya saben que “no hay” ni para obtenerla ni para distribuirla. Aunque haya.

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Horizonte negro en Empalme EMPALME, Son.- Me llamó al teléfono Rolando Corral, aquel dirigente sindical alguna vez problema para las labores de la planta Ford Hermosillo, luego estudiante ejemplar cuando lo enviaron (¿exilio?) a formarse como técnico en Japón, de donde regresó a asesorar dirigentes maquileros regionales.

Siguió de asesor, sabe mucho de ello, y está a cargo los obreros de esa industria que da a la región unos 14 mil empleos. Lo estaba desde que el “Kiriki”, Carlos Enrique Gómez Cota, hoy alcalde, era interpósita persona como secretario general.

Me pidió acompañarlo en un desayuno y acepté porque me llamó la atención el tema: “Primera reunión para trabajar por un solo objetivo”. Dejó el misterio abierto y allá vamos, al fin era mañana sabatina de escasa actividad.

Quedé complacido. Rolando no siguió el “speech” de los dirigentes sobre la lucha obrera, la unidad, el entendimiento con el patrón y esas cursilerías del discurso común. No. Llamó a una docena de jovencitos y les pidió expresar lo que piensan. Son becarios y salen adelante porque el sindicato maquilero les paga sus estudios. Cómo no hacerlo, si son hijos de obreros, tienen 9 de promedio y no tienen dinero. Al revés de cuando los fondos sindicales se usaban para usura.

Pues allá van los chamacos de secundaria y preparatoria que como oradores hacen palidecer a muchos políticos regionales. Y no son mentirosos. Expusieron el Empalme que ven y no le fue muy bien a quienes han gobernado la plaza. Héctor Laguna Torres, por ejemplo, quien según la visión general confirmada por los chamacos, dejo un pueblo abandonado y en manos de la delincuencia; servicios pésimos y el desvergonzado cobro eficientísimo.