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Agustin Rodriguez

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+ Guillén, abogado del diablo

+ Se rebelan panistas guaymenses

+ Corrupción en obras: ni a quien irle

GUAYMAS.- Sonora está mejor en solo 6 meses, expuso Flor Ayala desde su curul en el Congreso estatal, pese al desastre que se encontró en toda oficina del “Nuevo Sonora”, el sexenio padrecista que cual caja de Pandora se abrió con todos los males hasta el final, pese a tanto daño previo denunciado.

Esto, al mencionar las “desafortunadas” declaraciones del dirigente estatal del PAN, Leonardo Guillén, quien para defender –malamente—a exfuncionarios inhabilitados por Contraloría Estatal, quiso descalificar los resultados del “Otro Sonora, ya”, que tiene la guía de la femeninamente fuerte y decidida de Claudia Pavlovich.

Guillén la hizo de abogado del diablo quizá forzado por el malandrinaje azul del pasado, diciendo que todo es golpe mediático y  que de paso, se oculta la falta de resultados de doña Claudia. Como si fuera tan fácil salir del hoyo.

El golpe bajo lo lanzó él, al cerrar los ojos ante la ruina provocada por su gente en Sonora, esos salteadores en despoblado. La respuesta llegó pronto en cifras y mensajes completos de la diputada Ayala. Al líder pitufo le falta entender que debe asumir la falta, reconocer la traición a Sonora, y también a su partido. Enseguida, retomar el camino o no terminará de limpiar el lodazal en las siglas.

De veras señor Guillén, vea como dejaron Hermosillo; ya que lo haga, sepa que la capital está mucho mejor que cualquier municipio del resto de la entidad, víctimas de ineptitud, corrupción, prepotencia, abuso de funcionarios de oficinas públicas estatales como ocurrió en Guaymas y Empalme, donde hasta los enfermos se morían fuera de los saqueados hospitales. Déjese de cosas y comience de nuevo. Sacúdase a los azules malos, que hay muchos buenos, y mire adelante.

“El Negro” Gilberto Gutiérrez Quiroz, cabeza del PRI en Sonora, centró su criterio al respecto con esta carta, que por breve, es doblemente buena:

“El león cree que todos son de su condición”

El Comité Directivo Estatal en Sonora emite el siguiente comunicado:

El gobierno del estado de Sonora en seis meses ha ido más lejos en transparencia, que todos los gobiernos del Partido Acción Nacional juntos.

Claudia Pavlovich Arellano es un orgullo para su partido y para Sonora. Lamento que otros no puedan decir lo mismo.

Que la justicia llegue tomada de la mano de la ley y sus procedimientos es el propósito de este gobierno estatal que va por el camino correcto. No entorpezcamos con la política lo que la justicia busca para Sonora”.

Con Gilberto firma también Blanca Andrea de la Mora Cruz, Secretaria General.

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+ CPA va en serio contra los corruptos

+ En Empalme, el alcalde destaca inversión

+ Primer funcionario municipal en activo, denunciado

EMPALME, Son.- El anuncio del contralor sonorense Miguel Ángel Murillo de inhabilitar a funcionarios del padrecismo que hizo retroceder décadas a Sonora, fue un pequeño paso en esa descomunal lucha de Claudia Pavlovich para devolver la confianza en la autoridad y hacer ver a los políticos que ella no tolerará la impunidad.

Fueron 18 inhabilitaciones anunciadas para evitar –si la impunidad no se vuelve a imponer—que los sujetos que arrasaron con el futuro de los sonorenses vuelvan a ocupar cargos públicos.

Pero si fue un pequeño paso hacia esa meta de hacerlos responder como se debe, se vuelve un largo salto en cuanto a la atención que la señora Claudia y el contralor de la ronca voz lograron de la gente de a pié, cuando confirman que no parará todo en esa simpleza. Los malos deben resarcir el daño patrimonial.

Es decir, los exfuncionarios de la administración estatal 2009–2015 deben devolver el dinero robado al erario, mediante una sanción por 6 mil 259 millones 140 mil 492 pesos. Hay más notificaciones, pero todavía se esconden sus destinatarios, algunos de los cuales enfrentarán procesos penales en los fueros local y federal.

Van 40 expedientes de Contraloría General enviados a la Fiscalía Especializada para Investigación de Hechos de Corrupción, y mil denuncias, de las cuales se integran los expedientes para proceder. Se nota pues, que el pequeño paso para perseguir el delito, es gran salto en la recuperación de la confianza que doña Claudia intenta a favor de servidores públicos, quienes hasta el último día del padrecismo solo eran vistos como “una bola” de ladrones y abusivos.

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+ Más deuda para Guaymas

+ Denuncian a González Véjar

+ Porquerías contra denunciantes

GUAYMAS, Son.- Preocupa escuchar que el Congreso del Estado dio luz verde al nuevo financiamiento a Guaymas, dizque para reducir efectos del endeudamiento previo a partir de buscar nuevas condiciones en plazos como en costo financiero.

Hace apenas dos años hizo lo mismo el endeudador municipal Otto Claussen Iberri y consiguió 365 millones de pesos que la contabilidad registra incompletos en su ingreso a la tesorería del puerto, y ahora Lorenzo De Cima resuelve el “tremendo problema” de la manera más fácil: dispara la deuda a más de 400 millones de pesos. Hace otro hoyo para tapar el previo.

¿Necesario? Si. No avanzará el Ayuntamiento sin saldar obligaciones y la comuna no produce tanto como para pensar en caminar sola. El problema es –válgame la redundancia--, que no hay problema, hasta que se crea para luego apelar a la necesidad.

Ejemplo el caso de la basura: se deja de recoger cuando es responsabilidad oficial, mañana la gente protesta, encontrando en entregarle el negocio a una empresa privada la solución. Pero si la empresa no cumple, no hay manera de obligarla ante lo blandito que resultan los alcaldes al hacerse necesario –esa necesidad no la disputan con tanta vehemencia— obligarlos a cumplir.

Así no se podrá sacar adelante el changarro y pedir prestado será la constante. Será la tienda de raya que satanizamos de la época prerevolucionaria y el negocio financiero de la banca una pesada carga para la comuna, pero decirlo puede ser complicado. Se jala un hilo que se convierte en grueso cabo, cual ocurrió con la denuncia de hace unos días contra quienes acaparaban la publicidad que compra Palacio.

Resulta que el dueño de una firma que pasa sin cuestionamiento toda factura por publicidad e imagen, es de Germán González Véjar, joven hermosillense nacido en Guaymas y reconocido como político porque sabe hacer negocios. Lo que está mal es que lo haga como oficial mayor del Ayuntamiento. Es decir, quien autoriza y paga todo lo que le cobran a la comuna. Muy, muy distinto a otros proveedores de bienes y servicios al Ayuntamiento que tienen meses tras el cheque que nunca se autoriza. La lista es larga.

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+ Que devuelvan lo robado

+ "Desvincular", sí, pero así no

+ Acabo la luna de miel PAN-PRD

GUAYMAS, Son.- Felicidades, señora Claudia Pavlovich por su aniversario de bodas.

También, porque resalta entre varones en la Conferencia Nacional de Gobernadores; y ya que estamos en eso, porque en Sonora sigue poniendo las cosas en su lugar, lo cual se conoce con los pelos de la burra parda en la mano, a partir de las anunciadas acciones del fiscal anticorrupción del nombre al revés, que ya envió a prisión a un ratón de docenas que tiene en la mira.

No se queda atrás el contralor Miguel Ángel Murillo al anunciar con su voz de trompeta demandas contra exfuncionarios, para quienes pide inhabilitaciones por 20 años. Y mejor aún, exigirá devolver lo que se llevaron, unos 6 mil millones de pesos y la cuenta sigue.

El dedo en la llaga terminará con el “me viste, te reíste”. Tarda el proceso, pero me explican los funcionarios de la persecución, que así funciona esta cacería, para no llegar una mañana por los ladrones, llevarlos a prisión y salir por la tarde con que no hay elementos para procesarlos.

También felicitémosla porque ha ordenado restaurar el ISSSTESON. Allí donde doña Tere Lizárraga hizo chuza pero se complica llevarla al sitio donde el secretario de prensa de Padrés descansa ahora tranquilo de su andar con el sable en la mano. Recuerde, la dama que dirigió 6 años esa institución, recibió una diputación federal que le garantiza impunidad. No vaya a ser que hable pues, y se desgrane la mazorca.

El trabajo del director Enrique Claussen pinta bien, pero exige sensibilidad extrema cuando tome decisiones “duras pero necesarias”. Correr gente no es buena medida, pues la reacción social puede ser desesperada y lo peor es echarles a la Policía encima. Tampoco se vale que claussenistas identificados ingresen como nuevos “trabajadores” de confianza, lo cual desmiente las carencias que obligan a “desvincular” personal, como llama ahora a los despidos.

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+ Permisos falsos para desarrollos; CMCOM, perdió 6 MDP; Deporte, medio para reconciliar GUAYMAS.- No es fácil asimilar tanto lodo en el manejo del dinero público, como el que acumuló la corrompida administración de Otto Claussen Iberri, cuyo pasó por Palacio Municipal dejó daños cuya recuperación tardará décadas.

El viernes se exponían ante el alcalde Lorenzo De Cima trámites cumplidos para crear vivienda de esas que solo gente insensible puede pensar en construir para que vivan --si se puede hacer vida en esos hacinamientos-- trabajadores que pagarán siempre por un sitio lejano a la norma mínima.

Reflejó ira el jefe municipal, me platican funcionarios que iban y venían, sin terminar de explicar cómo ese tipo de “trámites” caminaron el largo trecho de la burocracia municipal del podrido trienio. El punto es, gran parte de los papeles que allanaban requisitos exigidos por la autoridad, son falsos.

Todo documento fue recibido por un empleado, fue al inspector, al supervisor, al jefe del área y con sello y firma la devolvió el titular de la oficina. Obras Públicas y Control Urbano supieron del procedimiento y pudieran –me mostraré ingenuo—haberse equivocado… o corrompido.

Sin darle mucha vuelta, el responsable de las leperadas al final del día es el alcalde; en ese momento, el director de Infraestructura Urbana –Roberto Banuet--, de quien ya nadie se acuerda pero no está en este momento preocupado por el mañana.

Haydeé Ochoa, ingeniera de profesión, asumió el cargo de Banuet. Es ahora la jefa en el área. No es experta. De hecho es muy joven, cosa que llamó la atención del sector de la construcción, pero nadie opina públicamente para no “embroncarse” con el alcalde en turno. Hay poca obra y esperan que “les tiren con algo”, como me explicaba alguna vez genuflexivamente el antecesor de Julio Rodríguez en el Colegio de Ingenieros Civiles y Arquitectos de Guaymas.