Determinarán responsabilidades por fuga de gas cloro

Hermosillo, Sonora, 4 de Enero 2013.- Para poder determinar responsabilidades y sanciones se realizará las investigaciones correspondientes para esclarecer cómo y porqué llegaron los contenedores de glas cloro a la recicladora en la colonia Palo Verde que provocó la evacuación de decenas de vecinos, afirmó Luis Enrique Córdova Morales.

El Director de Atención a Emergencias de la Unidad Estatal de Protección Civil (UEPC) explicó que ese tipo de sustancias deben de ser confinadas de manera especial y que incluso, se tienen que descontaminar los contenedores antes de poderlos utilizar con otros fines.

“El seguimiento se le va a dar a esta situación, desde anoche el propietario de este establecimiento estaba platicando con las autoridades para conocer cuál era el motivo y quién se los había entregado y desde cuándo”, aseguró.

El Funcionario Estatal comentó que como empresa recicladora es normal que reciban contenedores viejos o en mal estado, sin embargo, en este caso, los cilindros aún mantenían el glas cloro, un material peligroso que se logró controlar a tiempo y resguardar a los vecinos.

“No se presentó ninguna persona lesionada, ni de los vecinos, ni del personal del cuerpo de Bomberos, por la atención de esta emergencia y todo quedó bajo control y seguro para la población”, enfatizó.

Como primera acción preventiva, fue evacuar a los 30 vecinos que viven más cerca a las calles Segunda y San Antonio en la colonia Palo Verde, posteriormente se realizó un cerco perimetral de 400 metros de diámetro para evitar la exposición del químico con más personas.

El resguardo de las personas se mantuvo durante dos horas hasta que alrededor de las 10 de la noche de este jueves, los vecinos regresaron a sus casas con la situación controlada y sin ningún tipo de peligro.

Una empresa privada instalada en el Parque Industrial de esta ciudad, prestó apoyo con trabajadores capacitados en el manejo y resguardo de esta sustancia, quienes valoraron la situación y aseguraron 7 cilindros con capacidad de 68 kilogramos y dos contenedores más de 900 kilogramos.

La fuga se dio en uno de los contenedores al momento de que los empleados de la chatarrera lo manipulaba, percatándose que uno de ellos aún contenía el químico.