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EPN acosado; debe mover a su gabinete

CD. DE MEXICO, 4 de Marzo de 2015.- Acosado por la violencia que parece incontenible, conflictos de interés y una economía definitivamente débil, el presidente de México Enrique Peña Nieto enfrenta la presión de hacer cambios en su gabinete para recuperar la confianza de los mexicanos.

Esa presión ya se da su propio partido cuando comenzó la cuenta regresiva para las elecciones intermedias. La aprobación a la gestión del presidente de México ha caído a un 40% desde que se desató en septiembre la espiral de escándalos, encabezada por los 43 estudiantes secuestrados y masacrados por un grupo delictivo con apoyo de policías, acción que pulverizó su discurso sobre el descenso de la violencia.

Después fueron revelaciones de que él, su esposa y su secretario de Hacienda compraron casas a contratistas favorecidos por el Gobierno. El mandatario mexicano debió cancelar una millonaria licitación para un tren bala que involucraba a uno de esos contratistas. Si faltase, la economía no despega, por la caída del consumo interno y una producción a la baja de petróleo, producto que enfrenta precios bajos en el mercado mundial.

Legisladores de su propio partido, y ni duda de la oposición, han sugerido que Peña Nieto debe dar un golpe de timón o sacudir a su gabinete para recuperar la credibilidad de los mexicanos, ante cuatro años que restan todavía a su gobierno.

Analistas internacionales sostienen que todos los gobiernos tienen una crisis, pero a este gobierno le llegó muy pronto y debe enfrentarla, como menciona un alto dirigente representante del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenece el mandatario.

UN CAMBIO

El fiscal de la nación, Jesús Murillo Káram, fue desgastado por el caso “estudiantes”, lo cual le ha removido y en su lugar el presidente designó a Arely Gómez, senadora muy respetada pero a la vez criticada por ser hermana de un directivo de la cadena Televisa, medio cercano al poder.

Los legisladores del PRI aseguran que los cambios de gabinete son decisión exclusiva del presidente. Pero eso es ante el micrófono. A puertas cerradas, creen que varios miembros de su equipo tienen que ser reemplazados y un legislador que prefiere el anonimato por obvias causas, sostiene que “yo ya los hubiera cambiado a todos, ninguno se salva”.

DESCONFIANZA

El mismo Peña Nieto reconoce su crisis de liderazgo, terminada su luna de miel tras lograr durante sus primeros 18 meses de Gobierno la aprobación de reformas económicas postergadas por años.

“Hoy sin duda hay una sensación de incredulidad y desconfianza”, dijo Peña Nieto esta semana en una entrevista al diario británico The Financial Times. Dos de sus hombres de confianza, hábiles negociadores de las reformas, han sido duramente criticados: el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y el de Gobernación, Miguel Osorio Chong.

El primero, por la pobre expansión de la economía y por comprar una casa en condiciones que parecen ventajosas al Grupo Higa, ganador de la licitación del tren bala. También es un grupo beneficiado con contratos en el Estado de México cuando Peña Nieto era gobernador (2005-2011) y Videgaray, su mano derecha.

El segundo, Osorio, porque aún con la captura de capos del narcotráfico, al menos cinco estados siguen viviendo bajo el signo de la violencia, sufriendo la amenaza de los secuestros, extorsiones y asesinatos.

“Los dos deberían irse”, dijo otro legislador priísta sobre los secretarios. Otros apuestan a que al coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, hombre fuerte del partido será el sucesor de Osorio Chong, cuyo trabajo terminaría cuando se renueven los 500 escaños en la Cámara Baja, luego de las elecciones de junio.

Resaltan los ciudadanos que las cosas “no pintan muy bien para el PRI” ante esos comicios, que elegirán a nueve gobernadores y cientos de alcaldes y legisladores en otros tantos estados. Esto, porque el oficialista partido (PRI) ha caído en las preferencias hasta el 30% del 42% que tenía entre noviembre y febrero, según una de las principales consultorías mexicanas.

Su rival, el Partido Acción Nacional aprovechó y ganó dos puntos porcentuales de respaldo, en una carrerea que pone cuesta arriba al PRI. Además, no ayudan y si cimbran a las siglas gobernantes casos como el revelado hace pocas semanas por el periódico estadounidense The New York Times, cuando publica que un ex gobernador priísta de Oaxaca --uno de los estados más pobres del país-- tenía lujosas propiedades en Nueva York. La noticia generó críticas incluos dentro del prpoio partido.

Se la ha sugerido el mandatario de México mostrarse decidido para recuperar credibilidad, en su lucha contra la corrupción. Se le sugiere poner a “un pez gordo” tras las rejas, de una lista que incluye a varios ex gobernadores y ex líderes sindicales acusados de enriquecerse escandalosamente; colaboradores cercanos están en esa lista.

Un paso que puede considerarse en ese camino es que diputados de los distintos partidos aprobaron un sistema nacional anticorrupción y contempla crear un tribunal de cuentas que llevaría los casos más grandes en coordinación con los poderes ejecutivo y legislativo. Si los senadores aprueban la iniciativa, aún queda por ver cómo se implementará en un país donde la corrupción es un mal endémico.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) en el Congreso --que ahora integraría el nuevo sistema-- detecta todos los años irregularidades y desvíos millonarios del gasto federal, pero aún cuando reporta sus resultados rara vez tienen consecuencias.

Un ejemplo: la ASF dijo que constató compras en el 2013 con sobreprecios y contrataron servicios que nunca se cumplieron en programas como la Cruzada Nacional contra el Hambre; también al implementarse la reforma educativa, dos proyectos emblemáticos del Gobierno.

Ahora, “el presidente de la República tiene que tomar el toro por los cuernos”, dijo el diputado Luis Cházaro, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), y “tiene que afrontar la corrupción, venga de donde venga, y aplicar la ley”.