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+ Inician campañas; Karla Córdova fijó posturas ante críticas contra Morena: esos candidatos dejaron así a Guaymas; “raspa” a Otto, Rogelio y hasta a Beltrones; MC: ¿Cuál es el negocio?; El “Borrego” recuerda que debe regresar el Ejército a los cuarteles; PRI sin directiva en Huatabampo: se fueron con el candidato de Morena; San José de Guaymas debe pagar 120 MDP

 

GUAYMAS, Son. – Como varios alcaldes en Sonora, Karla Córdova prefirió seguir su encomienda en este municipio y, sin descuidar el cargo, dedicar el tiempo libre a buscar los votos para reelegirse.

El sábado habló ante comunicadores --resaltó el elevado número de analistas y editorialistas hermosillenses—y presentó su plan de campaña y su propuesta “para que siga la transformación”.

La ley no exige separación del cargo a los candidatos, así que eso es opcional. Además, la doctora Córdova presume a su “gran equipo de trabajo” para poder con el paquete, pues le han respondido muy bien en la agenda para recuperar a Guaymas del abandono que enfrentaba.

Habló de logros donde sobresalen los alcanzados con recursos propios: pavimentos, drenaje y agua, limpieza, alumbrado. Hasta construyó un centro médico que ya atiende a personas de corto alcance económico.

Recordó la transformación en marcha con grandes proyectos cuyo desarrollo se da porque nos tiene “chipilones” el presidente López Obrador y el gobernador Durazo, como la carretera a Chihuahua, el puerto de altura en modernización, la rehabilitación de avenida Serdán incluida la red de agua y drenaje, recuperación de la plaza de los Tres Presidentes, etc.

Cierto, hay mucha obra, pero dice que debe ganar la próxima elección y Guaymas le dará muchos votos para eso, porque así podrá terminar su trabajo y nos sacará del hoyanco en el que nos metieron sus antecesores, a quienes tundió hasta para llevar.

Resaltaron dos, entre los “raspados” por la mano pesada que a veces usa la alcaldesa: Otto Claussen y Rogelio Sánchez, al primero por sus grandes negocios personales con el dinero público, y al segundo por quejarse de que todo está mal en Guaymas, cuando él sería uno de los autores. Lo que está mal es “porque ellos lo dejaron así”, nos dijo.

También tuvo para Manlio Beltrones, quien critica a Morena a tiro por piedra, como deben hacer los candidatos opositores. Pero a preguntas de la prensa –ya ve cómo nos gusta picar crestas—respondió que el exgobernador está enojado con ella –en realidad dijo “me odia”—porque apoyó quitarle su nombre al bulevar de San Carlos.

Y odia a las mujeres de Guaymas, porque ataca a una diputada federal de aquí (Sandra Navarro) y solo esperan que diga su nombre para llevarlo a los tribunales.

Le remató diciendo que debiera dejar de dar “pluris” a su hija Sylvana. Pero reflexiona y espeta: hasta agradecidas debemos estar con él, porque “gracias a sus malas prácticas ganó Morena”.

Presentó una veintena de puntos en los que la alcaldesa que busca repetir como tal, piensa para iniciar y terminar en su siguiente trienio. Incluye rehabilitar la Unidad Deportiva y el esperado estadio de béisbol para que lo usen y practiquen los guaymenses, no para que empresarios se apropien de él, pues eso es un gran proyecto que se cuece aparte.

ROGELIO TAMBIÉN

No sorprendió que Rogelio Sánchez de la Vega evadiera respuestas al extendido “yo acuso” de la doctora, pues no es su estilo, durante su evento iniciado poco después de terminar el realizado a pocos metros de allí por la alcaldesa.

Dice que las cosas están mal, por eso recibió crítica dura, pero en su anuncio y luego en el arranque de campaña al anochecer, se centró en llamar a recuperar Guaymas, pues al final, el industrial pesquero y naval no tiene por qué cargar con los pecados de esas siglas subidas a sus espaldas. No milita en ellas, así que ni lo miren.

Y a Rogelio no le digan qué hacer. Pregúntenle qué hacemos, porque así es cómo propondrá en cada lugar donde se pare. Atajará apuntando con su dedo índice: “No. Debemos… nosotros, todos”. Lo reiteró, al remarcar que “juntos vamos a recuperar a Guaymas”.

Ampliará luego, pero soltó 4 de los ejes de su programa de trabajo: rehabilitar la escollera de Playa Miramar, a favor del turismo; mejorar el área deportiva en esa colonia; un centro integral para atender a animales de la calle; y poner atención en el organismo operador del agua “para asegurar que todas las familias guaymenses cuenten con el vital líquido en sus hogares, escuelas y centros de trabajo”.

Si me preguntan, diré que Rogelio es más maduro que en 2021, cuando fue tercero (6,500 votos) en la elección por el mismo cargo, detrás de Karla Córdova (18,000) y Rodolfo Lizárraga (13,000).

Acepta haber hecho cosas que no debía hacer y hacer otras que no debía, pero hoy tiene una agenda para salir adelante, con asesoría de expertos.

Como sabe del tema del agua, respaldará municipalizar el servicio. “Yo sí le entro”, nos dijo hace poco, en charla ante varios empresarios. Interesante ¿no? Nadie más piensa en eso.

Del evento, como hacen los candidatos a diputado, se colgaron Otto y Javier Dagnino.

EL MC, TODOS NUEVOS

Movimiento Ciudadano marchaba tranquilo, con imagen limpia y chavalada en tarea por el pueblo.

De pronto, todo cambió. Con ideas aprendidas de una ciudad grande como Tijuana, donde litiga en liga mayor --riñas por concesiones gasolineras, distribuidoras y expendedoras de gas, elecciones—, llegó Alán Jaramillo, el secretario del Ayuntamiento de Lorenzo Decima que dirigió la persecución contra Otto Claussen, y el movimiento “naranja” cambió de dueño.

El “Pato” de Lucas –concesionario estatal—aceptó entregarle a él y a Francisco “El Pío” Ponce la franquicia local. Pronto despedían a Julio Saldate, encargado de años y casi candidato a alcalde, y a Paola Mudeci, quien picaba piedra por la diputación local, ambos ya en otras siglas.

Por supuesto, los despedidos echaron a Jaramillo y al “Pío” del edificio inaugurado frente al IMSS Las villas. Ni se inmutaron. Habilitaron con inversión considerable otra sede en Loma Linda, y contrataron a Manuel –quiere que le digan “Manuelito”—Aguilar Soto para hacerlo candidato a alcalde, apuntándose “Pío” por la local.

Hay dinero, pues, y como ninguna encuesta les da más de 3 puntos, no se entiende cuál es el negocio.

SE GENERALIZAN LAS CAMPAÑAS

En Hermosillo, Ernesto el “Borrego” Gándara ratifica simpatías y busca convertirlas en votos para lograr la diputación federal del V Distrito.

Atraigo ese esfuerzo porque este domingo dijo algo que parecía olvidado: “el Ejército debe estar en los cuarteles, no patrullando en las calles”.

La tesis era sostenida por los políticos del ayer, por considerar que, si los sacaban de cuarteles, sería muy difícil volverlos a meter. Bueno, ya los sacaron y pronto la confirmaremos.

Suerte, Ernesto.

En Empalme, Luis Fuentes Aguilar también inició campaña para reelegirse, en este municipio donde hasta 2021, se usaban los “Kalashnikov” para rondar casillas y amedrentar votantes.

Si en estos tres años bajó la incidencia de delitos de alto impacto, el esfuerzo sigue, y este fin de semana se anunció más material de apoyo a la meta: armas cortas y largas, parque, vehículos, pero resalta esto para ir más allá de lo represivo:

Capacitación para 18 personas en Proximidad, 1 en capacitación continua para Competencias Básicas de la Función Política, 1 en Evaluación de Competencias Básicas y 45 para capacitación continua en Protocolo de Derechos Humanos y Tortura. Lo aplaudo.

En Huatabampo, este domingo dirigentes y militantes del PRI desertaron para apoyar a Alberto Vázquez, candidato a la alcaldía por Morena y aliados.

El dirigente municipal hasta la mañana dominical, Julio Amparán, acusó el retiro por “falta de sensibilidad, sentirse humillados e ignorados” por el Directivo Estatal de Rogelio Díaz Brown. Ahora que están en el otro lado, aseguran que “ni con un ciempiés van a alcanzarnos”.

EJIDO SAN JOSE: AGOBIOS FINANCIEROS

Descuidaron, minimizaron, perdieron y hasta entonces dirigentes del ejido San José de Guaymas entendieron la seriedad de una demanda en el Juzgado Segundo de lo Civil (expediente 189/2019, dice la información pública), que va en fase de definir el pago de honorarios a un exasesor legal a quien dejaron colgado de la broncha.

El monto demandado iba en 120 millones de pesos. Eso, según avalúos realizados, es la quinta parte de los bienes ejidales. No tarda en explotar la bomba.